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Tipos de prótesis dentales

Una prótesis dental, es un elemento artificial dedicado a restaurar la anatomía de una o varias piezas dentarias, restituyendo también la relación entre los maxilares, a la vez que devuelve la dimensión vertical, son aparatos confeccionados en los laboratorios dentales, cuya finalidad es la de sustituir las piezas dentales perdidas, para recuperar principalmente la función masticatoria, fonética y la estética.

Clasificación de las prótesis dentales

  • Prótesis dentosoportadas (puente fijo).
  • Prótesis dentomucosoportadas (protesis pacial removible).
  • Prótesis mucosoportadas (protesis total).
  • Prótesis sobre implante (prótesis sobre implante ya sea único o en su tatalidad).

Una prótesis dental debe funcionar como como lo hacen las piezas dentarias naturales. Deben poseer retención soporte y estabilidad.

Toda prótesis dental, debe de tener una retención eficiente, es decir, que la restauración se mantenga sujeta en la boca o se salga de su posición, ya que de no ser así la masticación, deglución y fonética, se verán afectadas e incluso imposibilitadas. Si es una prótesis removible metálica, la disposición de los ganchos metálicos, así como la eficacia de los mismos, ya que básicamente la retención de la prótesis dental será producida por los mismos. Si se trata de una prótesis completa de resina, deberá tener en cuenta el buen diseño de la base de la dentadura así como su superficie, que deberá ser lo suficientemente amplia para lograr una mayor retención en boca (para mejorar la retención en este tipo de prótesis, existen productos adhesivos.

El soporte de las prótesis dentales, es decir las estructuras de la boca (dientes y periodonto) que soportarán las prótesis, deberán ser cuidadosamente escogidas, ya que tanto la estabilidad como la retención, dependerá en parte de un buen soporte

Prótesis dentosoportadas

Aquellas que son soportadas por los dientes pilares, o remanentes, del paciente, que son dientes naturales que este aún conserva. Los dientes pueden conservar íntegramente su estructura, o pueden ser (en la gran mayoría de los casos) dientes previamente tallados por el odontólogo. Dentosoportadas como las coronas y los puentes, en este último caso el soporte está dado por los pilares a ambos lados que son los que resisten y transmiten las cargas al hueso, no hay soporte mucoso por que la prótesis no toca la encía o tiene un contacto pasivo.

Prótesis dentomucosoportada

Son prótesis dentales que se apoyan en piezas dentarias y en la mucosa oral por lo tanto se sujetan en los dientes del paciente y en la mucosa. Se les llama parciales porque solo falta algunas piezas dentarias, y el diseño del aparato permite que el paciente se lo pueda sacar de la boca cuando quiera. Si la base que soporta las piezas dentarias es de acrílico, decimos que es una prótesis parcial removible acrílica, si la base es metálica decimos que es esquelético o prótesis esquelética. El apoyo sobre las piezas dentarias puede ser con retenedores o ganchos y mediante anclajes o attaches. Los retenedores suelen ser metálicos, y rodean a la pieza dentaria sujetando la estructura, base de la prótesis. Al ser antiestéticos se han buscado otras soluciones, hoy se confeccionan de color blanco, pero con efectividad variable.  

Prótesis mucosoportada o total

Aquellas que se soportan sobre el proceso alveolar, en contacto con la encía. Las prótesis completamente mucosoportadas son las típicas “dentaduras postizas” (prótesis completas de resina). Se realizan cuando el paciente no tiene ningún diente, la prótesis completa mucosoportadas es una prótesis que construimos para los pacientes desdentados totales, que se incluyen todas las piezas dentarias. Se suelen colocar 14 dientes por arcada, se omiten siempre los terceros molares y a veces según las exigencias de las estructuras bucales, tenemos que reducir el número de piezas a 12, eliminando un premolar o un segundo molar.

Prótesis implantosoportadas

Aquellas que son soportadas por implantes quirúrgicos (prótesis Implantosoportadas) La prótesis Implantosoportada es un tratamiento que consta de una estructura protética anclada mediante cemento o tornillos en los implantes que han colocado previamente dentro de los huesos maxilares, con objeto de recuperar al máximo la función y la estética de sus diente Podemos rehabilitar desde implantes unitarios con una sola corona hasta sectores más amplios con coronas múltiples. También podemos mejorar la retención de las prótesis totales convencionales colocando un mínimo de 2 implantes para que logren mantenerlas fijas.

La instrucción al paciente es fundamental, puesto que debe tomar resoluciones y es el encargado de cuidar de su salud oral y de sus prótesis. En ocasiones puede haber sido portador de otra o no tener experiencia, por lo que es necesario realizar algunas recomendaciones 21 con el objetivo de mejorar la calidad de vida y lograr el éxito del tratamiento.

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Envejecimiento Bucodental

La tercera edad es una etapa de la vida en la cual las necesidades de salud se hacen cada vez más
crecientes, debido fundamentalmente a los cambios fisiológicos y las principales enfermedades bucales
que aparecen en el declinar de la vida. En contraste con la cara, el envejecimiento bucodental es más
lento y menos visible.


Los problemas de salud bucal en los adultos mayores deben tomarse muy en cuenta ya que en esta
etapa de la vida cobran mayor importancia, debido al impacto que tienen en su calidad de vida; así
como por presentar mayor riesgo de consecuencias más severas y complejas que requieren de atención
especializada


Las piezas dentales no necesariamente se pierden con el proceso del envejecimiento, pero sí pueden
presentar desgastes: atrición, abrasión y erosión. Con la vejez, aumenta la vulnerabilidad de caries en el
cuello de los dientes y enfermedades de las encías.. Otros cambios bucodentales que se observan al
envejecer son: leve reabsorción en el hueso que soporta los dientes (Esta reabsorción es más
pronunciada en las mujeres posmenopáusicas con algún nivel de osteoporosis), disminución en el gusto
de los alimentos, sequedad de la boca, cambios en la lengua, mucosa y problemas en la función
masticatoria y la deglución. Independientemente de la edad, es la acumulación de la placa la que
conduce a la inflamación gingival que provoca el desencadenamiento de los eventos antes referidos.
Este proceso es reversible en ciertas ocasiones con una adecuada higiene bucal y un óptimo cuidado
estomatológico.


Una de las quejas ligadas con el envejecimiento, pero que no tiene que ver directamente con este, es la
boca seca (xerostomía). Este problema, principalmente, es consecuencia de los múltiples medicamentos
que toman las personas mayores, debido a las variadas enfermedades crónicas que padecen. Se conoce
que más de 300 medicinas, entre ellas ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos, antihipertensivos,
producen, como efecto secundario, la disminución de la secreción salival. La xerostomía, a su vez,
propicia la aparición de caries y la enfermedad de las encías. Si la persona mayor usa prótesis total
superior, esta no se logra retener correctamente, debido a que se pierde el efecto de ventosa que
propicia el paladar junto con la saliva.


Se puede afirmar que si las personas no cumplen un constante cuidado bucodental, en términos de una
correcta higiene, visitas al odontólogo, por lo menos una vez al año, además de la vigilancia de manera
integral a la salud, así como también si no se cumple con una dieta equilibrada que contenga los
nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo y para el mantenimiento de la salud
bucal, es muy probable que el envejecimiento fisiológico bucodental avance y se deteriore más
rápidamente que el resto de los órganos y de los sistemas del organismo.


El cirujano dentista debe investigar si el paciente adulto mayor está bajo tratamiento médico y si el
cuadro sistémico se encuentra estabilizado antes de realizar cualquier procedimiento; de lo contrario, es
fundamental remitirlo a su médico para una valoración clínica general o especializada, aunque esto
implique postergar el tratamiento odontológico.

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Los Diastemas Y Las Opciones De Tratamiento

¿Qué es un diastema y cómo lo trato?
Un “diastema” es un área de espacio adicional entre dos o más dientes. El diastema puede observarse con mayor frecuencia en los dos dientes frontales del área maxilar superior. Muchos niños experimentan diastema cuando caen los dientes de leche, aunque, en la mayoría de los casos, estos espacios se cierran cuando brotan los dientes permanentes.


Los diastemas también pueden ser causados por una discrepancia en el tamaño del diente, por la falta de dientes o un frenillo labial demasiado grande, el tejido que se extiende desde la parte interior del labio hacia el tejido gingival, donde se localizan los dos dientes frontales superiores. Las razones secundarias comprenden problemas de alineación oral, tales como dientes salidos o una sobremordida horizontal (resalte).

¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
Una vez su odontólogo o especialista dental haya determinado la razón de su diastema, se discutirá un plan de tratamiento. Las opciones pueden incluir:
Quedarse con diastema.
Tratamiento de ortodoncia para mover los dientes y cerrar el diastema.

Utilizar carillas de porcelana, piezas muy delgadas de porcelana adheridas a la parte externa de los dilentes.
Corona y puente dental o sustitución de dientes con implantes (solamente en adultos).
Si usted tiene un frenillo labial demasiado grande, puede que sea referido a un periodontólogo para una consulta oral y un procedimiento quirúrgico llamado frenectomía. Este involucra el corte del frenillo y su posterior reposicionamiento para permitir más flexibilidad. Si la frenectomía se lleva a cabo en un niño, puede que el espacio se cierre por sí solo. Si se trata de un adolescente o adulto, puede requerirse de frenillos dentales para cerrar el espacio. Es esencial que consulte con su dentista para determinar cuál opción de tratamiento es la mejor para usted.


Derechos de autor ©2009, Colgate-Palmolive Company
Referencia:
1 Frazier-Bowers, S., Maxbauer, E. Orthodontics. Dental Hygiene Concepts, Cases, and Competencies. Mosby, 2008, 699-706.

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Influencia de la salud bucal durante el embarazo en la salud del futuro bebé.

La salud materno infantil en sus distintos períodos, con énfasis en el período prenatal, es hoy día uno de los temas más relevantes para la sociedad a nivel internacional.

Se considera que la calidad de vida de la madre y el hijo está, fundamentalmente en la identificación de los riesgos, eficiencia, sistematicidad, control y seguimiento brindados por los Grupos Básicos de Trabajo de Atención Primaria que, unido al resto de los factores de la comunidad, hacen posible la intervención educativa en grupos  priorizados, como  las embarazadas, que necesitan instrucción sobre  salud bucal y la repercusión que tiene esta para   la salud materna y posnatal.

Diversos autores plantean que el período de gravidez es el ideal para orientar a las madres, pues se encuentran más motivadas, susceptibles y receptivas a cambios de actitud y comportamiento, para recibir información y ser educadas sobre la salud bucal.

Estudios realizados señalan que la mayoría de las madres no buscan tratamiento dental durante su embarazo a no ser por haber tenido algún problema, lo que favorece la aparición de diferentes afecciones bucales, caries y gingivitis fundamentalmente, que si no son tratadas a tiempo pueden ocasionar complicaciones que afectan la salud general de las gestantes y a su vez la de su futuro hijo.

Estudios revelan cierta relación de la enfermedad periodontal con el riesgo de un nacimiento prematuro o con el bajo peso al nacer, la principal causa de morbilidad y mortalidad perinatal en el mundo, y los que sobreviven al período neonatal, tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades. Además existen evidencias de que una mala salud bucal durante la gravidez aumenta el  riesgo en los bebés  de tener caries dental.

El propósito de este estudio es profundizar en el conocimiento sobre la influencia de estas afecciones bucales, caries y gingivitis, en la salud del futuro bebé.

DESARROLLO

Caries dental y embarazo

Durante el embarazo existen las condiciones bucales ideales para una mayor actividad cariosa; en este sentido prevalece la creencia de que esta se produce porque el calcio de los dientes es extraído por el nuevo ser. Sin embargo, estudios realizados han demostrado que a diferencia del esqueleto, en este estado no existe desmineralización de los dientes. El esmalte tiene un intercambio mineral muy lento, de manera que conserva su contenido mineral toda la vida. Gran parte de lo que ocurre en el esmalte tiene lugar por recambio de minerales con los de la saliva y no por disminución de calcio. En este sentido, se plantea que el calcio no es extraído del tejido dentario 9,10.

Si se establece que la caries dental  requiere de un tratamiento curativo,  no debe verse solo desde el punto de vista maternal, sino también a partir de las consecuencias que puede tener para el futuro bebé.

La caries dental es trasmitida verticalmente de la madre al hijo. El genotipo del Streptococcus  mutans de los niños se equipara al de sus madres en el 70 % de las veces. Cuando los dientes emergen de la cavidad bucal se hace receptiva a la colonización. Se cree que la ventana de la infectividad para adquirir este microorganismo está limitada a los nuevos dientes emergidos. Sin embargo un estudio en niños de seis a 36 meses en la isla de Saipan, el Streptococcus mutans fue detectado en la mayoría ante de los 12 meses y en el 25 % de los niños predentados, atribuyéndole papel fundamental a la madre.

Un estudio en Finlandia demostró que aquellas madres que recibieron tratamiento de caries dental durante el embarazo, a diferencia de aquellas que no recibieron ningún tratamiento, tuvieron niños con baja incidencia de caries dental durante la dentición temporal. Este resultado demuestra que el tratamiento dental durante el embarazo puede evitar el desarrollo de caries en la dentición temporal del niño, posiblemente por transmisión de los mecanismos inmunes a través de la vía placentaria.

Se ha sugerido que un embarazo previo pudiera aumentar el riesgo de padecer enfermedades bucales o padecerlas con mayor severidad. No existe aún una teoría definida al respecto, sin embargo, sí se cuenta con algunos elementos que permiten un acercamiento al fenómeno. El sistema inmune materno se suprime en alguna medida para evitar el rechazo madre-feto; la existencia de una disminución en la actividad de las células T y el bloqueo del proceso inicial de activación de linfocitos por la progesterona han sido reportados. Todos estos factores podrían hacer que la embarazada responda de forma ineficaz ante el ataque de la caries dental y cabe esperar una respuesta intensificada en una segunda exposición al mismo evento.

El conocimiento del riesgo de padecer de caries dental durante el periodo de embarazo es esencial para un correcto plan de tratamiento con las acciones educativas y preventivas necesarias para que las madres puedan cuidar adecuadamente de su salud bucal y la de sus hijos 16.

La relación entre el embarazo y la caries no es bien conocida, aunque las investigaciones permiten deducir que el aumento de las lesiones cariosas de las embarazadas se debe a un incremento de los factores cario génicos locales, entre los que se encuentran: cambios de la composición de la saliva y la flora bucal, vómitos por reflujo, higiene deficiente y cambios en los hábitos dietéticos.

La experiencia práctica e investigativa de los autores ha evidenciado como la dieta cario génica y la deficiente higiene bucal influyen significativamente en la aparición y desarrollo de la caries dental. Sin embargo durante el embarazo a pesar de que en este período se intensifica la respuesta del huésped, por todo lo anteriormente expuesto, si se logran controlar estos factores de riesgo entonces se minimizan los efectos de esta afección o se contribuye a su prevención.

El embarazo en relación con la enfermedad periodontal

En las embarazadas es muy común que sangren las encías y se produzca gingivitis, tanto, que se le conoce como la “gingivitis del embarazo”. En esta etapa debido a las alteraciones endocrinas, aumentan los niveles hormonales, en especial de estrógenos y progesterona, que son esenciales para el desarrollo y desenvolvimiento del feto pero que pueden ser causa de alteraciones gingivales, 3 que aparece durante el segundo mes y alcanza su punto máximo en el octavo mes de gestación, donde afecta desde el 30 % al 100 % de las gestantes18.  También influyen en su aparición, la higiene bucal deficiente que propicia la acumulación de placa dentobacteriana, factor determinante en el aumento de la inflamación gingival considerada como el principal agente causal de la enfermedad periodontal.

El embarazo aumenta la movilidad dental, la profundidad de bolsa y el fluido gingival. La vascularidad pronunciada es la característica clínica más saliente. A pesar de que los cambios gingivales durante el embarazo son los más marcados, los periodontales no se excluyen en este período.

El organismo en el estado de gestación produce una hormona llamada relaxina, cuya función radica en relajar las articulaciones de la gestante para facilitar el parto. Algunos estudios plantean que esta hormona puede actuar también en el ligamento periodontal provocando una ligera movilidad dentaria que facilita la entrada de restos de alimentos y que la placa dentobacteriana se deposite entre la encía y el diente, lo que origina la inflamación de estas. Esta movilidad dentaria se diferencia por no llevar consigo pérdida de inserción dentaria, que no precisa tratamiento y remite posparto, ya que es raro que el daño periodontal sea irreversible.

Se considera que el aumento de la profundidad de la bolsa durante el embarazo se debe principalmente a un aumento del tejido gingival más que a destrucción periodontal.

El efecto del embarazo sobre la  respuesta  gingival  a los irritantes locales se explica sobre una base hormonal,  la intensidad de la gingivitis varía con los niveles hormonales en el embarazo. En algunos casos, la encía inflamada forma masas circunscritas de “aspecto tumoral “, denominadas tumores del embarazo.

La eliminación de los irritantes locales al comienzo del embarazo es una medida preventiva contra la enfermedad gingival en general. Una zona residual de irritación local e infla­mación que no se trate, puede producir la destrucción progresiva de los tejidos periodontales.

Hay una reducción parcial de la intensidad de la gingivitis a los dos meses después del par­to, y luego de un año el estado de la encía es comparable al de pacientes no embarazadas.  Sin embargo, la encía no vuelve a la normali­dad mientras haya irritantes locales. Después del embarazo también disminuyen la movili­dad dental, el fluido gingival y la profundi­dad de la bolsa.

Kornman y Loesche coincidieron que el aumento más significativo de Prevotella intermedia  (Pi) sucede durante el segundo trimestre del embarazo, coincidiendo con un aumento clínico de la gingivitis, el cual se debe a que los microorganismos de la familia (Pi) necesitan vitamina K para su crecimiento, pero son capaces de sustituirla por progesterona y estrógenos, que son moléculas muy parecidas a la Vitamina K.

En relación con la embarazada, los cambios más frecuentes y marcados radican sobre el tejido gingival. Aunque no existe consenso general con relación a los factores que se consideran intervienen en su aparición hay tendencia a conceptuar que el embarazo por sí mismo no causa gingivitis y los cambios patológicos del tejido gingival en este periodo se relacionan con la presencia de la biopelícula, el cálculo dental y el nivel deficiente de higiene bucal, así como factores hormonales, exagerando la respuesta a los irritantes locales.

De manera que aunque existen en la mujer embarazada condiciones fisiológicas que favorecen el agravamiento de la inflamación gingival, si se interviene a tiempo con acciones preventivo curativas, la enfermedad no se agrava, o incluso podría desaparecer.

Los autores de este artículo coinciden con el  planteamiento anterior y  consideran que la enfermedad bucal más frecuente en este período es la gingivitis a pesar de que deben continuarse los estudios para lograr un consenso general con relación a los factores que  intervienen en los cambios que ocurren en el tejido gingival.

Parto prematuro asociado a la enfermedad periodontal

El bajo peso al nacimiento es un problema mundial de salud, que impacta en gran medida sobre la morbilidad y la mortalidad neonatal e infantil. Las tres causas más frecuentes y sin embargo evitables son la malnutrición, las infecciones y las toxinas, cuyos problemas potenciales pueden vigilarse y a menudo evitarse mediante una asistencia prenatal adecuada que se inicie en el primer trimestre y se mantenga durante el resto del embarazo.  

Un bebé bajo peso es aquel que presenta al nacer menos de 2500 g, y un parto pretérmino es el que ocurre antes de las 37 semanas (258 días o menos).

La enfermedad periodontal ha sido identificada como un factor de riesgo para que aquellas mujeres que la sufren durante el embarazo, tengan partos prematuros o hijos de bajo peso al nacer 30.

Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte mostró que las mujeres con enfermedad periodontal fueron siete veces más propensas a partos pretérminos y a tener niños de bajo peso. De manera fisiológica, se produce durante toda la gestación un aumento de los niveles intraamnióticos de prostaglandinas (PGE 2) y del factor de necrosis tumoral alfa (FNT), hasta alcanzar un nivel suficiente en el momento del parto para inducir la dilatación cervical. Las infecciones genitourinarias producen un aumento artificial de estos mediadores, al igual que infecciones que se originan en otros sitios a distancia.

Las infecciones periodontales deberían ser causa de preocupación durante el embarazo, pues actúa silentemente y suponen un depósito de microorganismos anaerobios gram negativos, lipopolisacáridos y endotoxinas, y mediadores inflamatorios como PGE2 y TNF alfa, que podrían suponer un riesgo para la unidad feto-placentaria, lo que pudiera repercutir en el parto pretérmino con bajo peso.

El nacimiento de niños con bajo peso constituye un factor de riesgo a caries, mal oclusiones, alteraciones de los dientes en formación, en cuanto a calidad y textura de los tejidos y de las proporciones de las estructuras en el área cráneo facial que alteran la armonía facial en el período prenatal.

 En condiciones de desnutrición hay una mayor susceptibilidad a caries y defectos hipoplásicos. Algunos estudios han demostrado que una deficiencia proteico energética o de otros nutrientes esenciales durante el desarrollo dentario produce una mayor susceptibilidad a caries, retardo en la erupción dentaria, defectos estructurales en el esmalte, alteraciones en las estructuras de soporte y desarrollo de las glándulas salivales, lo que puede alterar en cantidad y calidad la saliva secretada.

La malnutrición fetal es un riesgo para la salud bucodental, sin olvidar su particular influencia en la pérdida de longitud de las arcadas y el espacio disponible para la correcta alineación dentaria y armonía de la oclusión, estética y funcionalmente.

Se determinaron los efectos negativos sobre las vías aéreas y, por ende, sobre la respiración, cuestión está de gran interés para las especialidades estomatológicas, por las repercusiones anatomofisiológicas, que induce una mala respiración nasal en las estructuras faciales.

La dentición temporal generalmente sigue un orden en tiempo y secuencia de erupción, que de alguna manera está relacionada con el desarrollo general del niño, lo que significa que en los prematuros la erupción es más tardía; de igual forma, se afirma que el peso al nacer influye en el brote dentario. Se plantea que el micrognatismo transversal es también una  consecuencia del déficit de crecimiento impuesto a estos niños desde la gestación.

La maduración y la mineralización de los tejidos duros de los dientes antes del nacimiento dependen del metabolismo intrauterino y por tanto, los gérmenes dentarios en formación son sensibles a las restricciones nutritivas, y se asevera que todas las deficiencias nutritivas pueden producir disturbios en la amelogénesis, en tanto el diente será más propenso a las lesiones cariosas, tal como ha sucedido en algunas investigaciones realizadas.

Realizar programas educativos para prevenir a temprana edad , enfermedades como la caries dental y las periodontopatías, trabajando con los diferentes factores de riesgos de estas afecciones sobre todo con el control de la dieta y la higiene bucal deficiente es fundamental, los cuales son factores fundamentales, lo cual no se niega; sin embargo, se considera, que además de la promoción de salud y la prevención de enfermedades que  se realiza en la etapa posnatal de la vida, estas pudieran ser reforzadas si se tiene en cuenta también el período prenatal; ya que desde entonces se crearía un órgano dentario más “fuerte”, todo lo cual redundaría en obtener una calidad y textura óptima en los tejidos dentales.

El recambio materno fetal de nutrientes y energía constituye la garantía fundamental de un crecimiento y desarrollo adecuados en la etapa prenatal y un buen punto de partida para el recién nacido y su crecimiento posnatal.

Estudios epidemiológicos revelan que el deterioro del crecimiento intrauterino se asocia con el incremento de la incidencia de enfermedades en la vida adulta. El bajo peso, en particular, se relaciona con la hipertensión, isquemia cerebral, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, diabetes tipo II, hiperlipidemia, obesidad, trastornos pulmonares y reproductivos, cuyas asociaciones han sido descritas en poblaciones de diferentes edades, sexos y origen étnico.

El embarazo genera adaptaciones en la fisiología femenina lo cual repercute en la salud bucal de la gestante, siendo las afecciones bucales más frecuentes la caries dental y la gingivitis, las cuales sino son tratadas a tiempo pueden afectar la salud bucal y general del futuro bebé, de ahí la importancia de tener en cuenta el período prenatal en la prevención de las enfermedades.

La caries dental puede ser trasmitida verticalmente de la madre al hijo. La enfermedad periodontal constituye un factor de riesgo para que las embarazadas tengan partos prematuros o hijos de bajo peso al nacer, por lo que deben realizarse investigaciones referentes a esta temática, ya que el parto prematuro y el bajo peso al nacer pueden constituir causas directas de mortalidad infantil y se relacionan con un incremento de la incidencia de enfermedades sistémicas en la vida adulta.


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Diabetes: Dental Tips

Diabetes can cause serious problems in your mouth. You can do something about it.
If you have diabetes, make sure you take care of your mouth. People with diabetes are at risk for mouth infections, especially periodontal (gum) disease. Periodontal disease can damage the gum and bone that hold your teeth in place and may lead to painful chewing problems. Some people with serious gum disease lose their teeth. Periodontal disease may also make it hard to control your blood glucose (blood sugar).


Other problems diabetes can cause are dry mouth and a fungal infection called thrush. Dry mouth happens when you do not have enough saliva—the fluid that keeps your mouth wet. Diabetes may also cause the glucose level in your saliva to increase. Together, these problems may lead to thrush, which causes painful white patches in your mouth. If your diabetes is not under control, you are more likely to develop problems in your mouth.


The good news is you can keep your teeth and gums healthy. By controlling your blood glucose, brushing twice a day, flossing regularly, and visiting the dentist for routine checkups, you can help prevent serious problems in your mouth.
Take steps to keep your mouth healthy. Call the dentist when you notice a problem.
If you have diabetes, follow these steps:


-Control your blood glucose.
-Brush twice a day and floss regularly.
-Visit a dentist for routine checkups. Be sure to tell the dentist that you have diabetes and give the dentist a list of any medications you take.
-Tell the dentist if your dentures (false teeth) do not fit right, or if your gums are sore.
-Quit smoking. Smoking makes gum disease worse. A physician or dentist can help you quit.
Take time to check your mouth regularly for any problems. Sometimes people notice that their gums bleed when they brush and floss. Others notice dryness, soreness, white patches, or a bad taste in the mouth. All of these are reasons to visit the dentist.
Remember, good blood glucose control can help prevent mouth problems

Salud

HIV / SIDA y Salud Bucal

Si usted vive con el virus de inmunodeficiencia humana (HIV, por sus siglas en inglés) o el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), la Asociación Dental Americana recomienda que el cuidado de su salud dental sea parte del plan de tratamiento del HIV/SIDA. Las personas viviendo con HIV/SIDA son más propensas a infecciones, incluyendo infecciones dentales, lo que puede afectar su salud general.
¿Qué es HIV/SIDA?
HIV es un virus que ataca a un tipo específico de células T conocido como células CD4. Las células T son una parte importante del sistema inmunitario del cuerpo necesarias para combatir infecciones.

Si se deja sin tratar, el HIV puede destruir tantas células CD4 que la persona no podrá seguir combatiendo infecciones y enfermedades. El SIDA es la última etapa de la infección de HIV en la que el sistema inmunitario está tan débil que pueden sobrevenir infecciones y cáncer.

¿Cómo se transmite el HIV?
En Estados Unidos, el HIV se transmite a través del contacto sexual, o el uso de agujas o jeringas contaminadas. Más de 1.2 millones de estadounidenses viven con HIV; 1 de cada 8 personas no sabe que tiene el virus.

¿Cómo se diagnostica el HIV?
Los síntomas no son suficientes para diagnosticar a una persona con HIV. La única forma de saber si se tiene HIV es haciéndose la prueba. Gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, especialmente afroamericanos que tienen sexo con afroamericanos, son los grupos de población más afectados por HIV.

Si cree que ha tenido contacto con HIV, hágase la prueba inmediatamente. Se recomiendan pruebas regulares de HIV y otras enfermedades de transmisión sexual a cualquier persona sexualmente activa con pareja nueva o con más de una pareja.


¿Cuál es el tratamiento para el HIV?
Actualmente no existe cura una vez que se ha contraído HIV, pero sí existen formas de ayudar a controlarlo.

Si una persona no infectada previamente es expuesta a HIV, el uso de una medicina conocida como profilaxis después de la exposición (PEP, por sus siglas en inglés) debe iniciarse lo antes posible para prevenir una posible infección del virus. Para ser eficaz, HIV PEP debe iniciarse lo antes posible después del contacto y continuarse durante su curso completo, lo que puede llevar hasta cuatro semanas.

Si una persona contrae HIV, el virus puede controlarse con un tratamiento llamado terapia antirretroviral. Esto conlleva tomar medicina antirretroviral y seguir monitoreando qué cantidad de virus está presente en la sangre de la persona y cuántas células CD4 están presentes.

¿Cómo Afecta a la Boca el HIV/SIDA?
Su boca puede ser la primera parte de su cuerpo afectada cuando hay una infección de HIV. La infección de HIV debilitará su sistema inmune, esto significa que será susceptible a infecciones y a otros problemas. En la boca, esto puede causarle dolor y pérdida de dientes.

Las personas con HIV pueden tener las siguientes afecciones bucales:
Boca seca
Candidiasis
Lesiones blancas a los lados de la lengua (leucoplaquia oral pilosa)
Gingivitis de banda roja
Periodontitis ulcerativa
Sarcoma de Kaposi
Brotes de virus herpes simple
Llagas
Úlceras en la boca

Las afecciones dentales y orales relacionadas con el HIV pueden causar dolor, lo que puede dar problemas para masticar o tragar. Esto puede impedirle que tome su medicina para el HIV. También puede provocar malnutrición, ya que puede haber dificultades para comer y absorber suficientes nutrientes esenciales. Un sistema digestivo comprometido podría afectar la absorción de medicinas para tratar el HIV.

¿Cómo Puedo Manejar los Problemas Orales y Dentales Relacionados con HIV?
La mayoría de los problemas de salud oral relacionados con HIV se pueden tratar. Hable con su dentista sobre cuál es el mejor tratamiento para usted.

La mejor forma de prevenir estos problemas es hacer lo siguiente:
Visite a su dentista en citas concertadas regularmente.
Cepíllese los dientes y use seda dental dos veces al día durante dos minutos.
Tómese su medicina para el HIV a tiempo.
Informe a su médico si su medicina para el HIV le está causando sequedad de boca. Pregunte cuál es el mejor tratamiento para usted.
Si usted no tiene un dentista habitual, pida a su médico o clínica de atención primaria que lo refiera a uno.

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Cepillarse los dientes

Cepillarse los dientes es una parte importante de la higiene bucal habitual. Para tener una boca y sonrisa sanas, la ADA le recomienda:

Cepíllese los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. El tamaño y la forma del cepillo deben adaptarse a su boca y permitirle llegar a todas las zonas con facilidad.


Sustituya el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si se las cerdas se desgastan. Un cepillo de dientes desgastado no servirá para limpiar los dientes.


Asegúrese de usar una pasta dentífrica fluorada aceptada por la ADA.
Técnica adecuada para cepillarse los dientes
Coloque el cepillo de dientes formando un ángulo de

45° con las encías.
Mueva el cepillo adelante y atrás suavemente con movimientos cortos que cubran los dientes por completo.

Cepille los dientes por las superficies exteriores, las interiores y las de masticar.


Para limpiar las superficies interiores de los dientes frontales, incline el cepillo en sentido vertical y realice varios movimientos arriba y abajo.
Cepíllese la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco.
Por supuesto, cepillarse los dientes es solo una parte de un cuidado bucal rutinario completo. También debe asegurarse de:

Limpiarse entre los dientes a diario con seda dental o un limpiador interdental. Las bacterias que causan la caries sobreviven entre los dientes, allí donde las cerdas del cepillo no llegan. Esto ayuda a eliminar la placa y las partículas de alimentos de entre los dientes y bajo la línea de las encías.
Siga una dieta equilibrada y limite los tentempiés entre comidas.
Visite al dentista frecuentemente para limpiezas y chequeos bucales profesionales.

Encuentra información de este y otros casos y/o padecimientos relacionados en nuestro blog dando clic aquí.

Te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales Facebook Instagram.

Artículo por el portal Mouthhealthy.

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Muelas del juicio: ¿cómo sé si debo quitármelas?

¿Tienes problemas con las muelas del juicio? Una experta nos dice en qué casos se debe retirar un tercer molar y las posibles complicaciones de no hacerlo a tiempo.


Casi todos hemos sentido el dolor que provocan las muelas del juicio cuando tratan de salir, bien dicen que es algo que no se le desea a nadie. Pero ¿por qué se recomienda la cirugía? ¿habrá casos que no lo requiera?

Los terceros molares o muelas del juicio frecuentemente tienen que ser extraídos por no tener el espacio suficiente para erupcionar, ya que al ser las últimas muelas en hacerlo.

Por lo general no cuentan con el espacio suficiente originando que permanezcan retenidas dentro del hueso.

¿Cuándo es necesario extraer las muelas del juicio?

Usualmente se piensa remover estas piezas en dos situaciones:

Cuando quedan parcialmente retenidas

Es decir, parte de la corona dental queda expuesta a la cavidad oral y otra parte en el hueso, provocando dificultad para mantener limpia la zona y que aumente el riesgo de desarrollar: caries, infecciones y daño a los dientes adyacentes.


En ocasiones los terceros molares pueden permanecer dentro del hueso completamente retenidos y nunca erupcionan, induciendo al desarrollo de quistes, reabsorción de las raíces de dientes vecinos y formación de tumores.

Ante estos casos están indicadas las cirugías de los terceros molares para evitar daño en muelas adyacentes, infecciones, formación de otras lesiones (quistes o tumores), dolor, susceptibilidad a fractura ante un golpe, inflamación, así como posible sangrado de la encía y en la zona localizada.

Pero ¿cuándo no es necesaria la cirugía?


Existen pacientes que pueden conservar sus terceros molares sin ningún problema siempre y cuando presenten suficiente espacio y posibilidad de acceso para una adecuada higiene.

Sin embargo, con la evolución del hombre, frecuentemente los arcos dentales son de menor tamaño y los terceros molares no cuentan con el espacio suficiente para emerger.

¿Hay una edad ideal para remover las muelas del juicio?


La edad ideal para operar los terceros molares está comprendida en un rango que va de los 15 a los 25 años.

En este periodo es donde estadísticamente hay menores riesgos, aunque si no son diagnosticados oportunamente, pueden extraerse en la edad adulta. Se recomienda visitar al dentista para que en el examen intraoral y radiográfico se haga un diagnóstico.

Para evaluar si está indicado o no la extracción de los terceros molares al paciente.

Recuerda que es más exitoso realizar una cirugía planeada para prevenir posibles daños que programar una cirugía por complicaciones.

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Artículo por el portal UNITEC.


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Muelas del juicio: ¿cómo sé si debo quitármelas?

Los tercero molares son las últimas muelas adultas que aparecen en la boca (erupcionan). La mayoría de las personas tiene cuatro muelas del juicio en la parte posterior de la boca; dos en la parte superior y dos en la parte inferior.


Las muelas del juicio retenidas son los terceros molares que se ubican en la parte posterior de la boca y que no tienen suficiente espacio para emerger o desarrollarse normalmente.


Pueden provocar dolor, lesiones en los demás dientes y otros problemas dentales. En algunos casos, las muelas de juicio retenidas pueden causar problemas aparentes o inmediatos. Sin embargo, debido a que son difíciles de limpiar, pueden ser más vulnerables a las caries dentales y a la enfermedad de las encías que otras muelas.


Los tercero molares retenidos que provocan dolor u otras complicaciones dentales deben extraerse. Algunos dentistas y cirujanos orales también recomiendan extraer las muelas del juicio retenidas que no causan síntomas para prevenir futuros problemas.


Muchas personas tienen las muelas de juicio retenidas —muelas que no tienen lugar suficiente en la boca para salir y desarrollarse normalmente. Las muelas de juicio impactadas pueden no salir o salir de manera parcial.
Una muela del juicio retenida puede:


-Crecer en ángulo contra la muela próxima (segundo molar)
-Sobresalir en ángulo contra la parte posterior de la boca
-Aparición en ángulo recto contra el otro diente, como si la muela del juicio estuviese «recostada» dentro del maxilar
-En parte derecha hacia arriba o hacia abajo, como cualquier otra muela, pero permaneciendo atrapada dentro del maxilar.


¿Cómo sé si debo quitármelas?
Si presentas estos Inconvenientes con las muelas del juicio impactadas
Tal vez deban extraerte las muelas del juicio impactadas si te provocan los siguientes inconvenientes:


-Dolor
-Acumulación de alimento o de residuos detrás de las muelas del juicio
-Infección o enfermedad de las encías (periodontitis)
-Caries dental en una muela del juicio que salió en forma parcial
-Daño de los dientes próximos o del hueso que la rodea
-Formación de un saco lleno de líquido (quiste) alrededor de la muela del juicio
-Problemas con los tratamientos ortodóncicos para enderezar otros dientes

¿Puedo ponerme brackets si tengo muelas del juicio?

La gran mayoría de las personas no dispone de suficiente espacio en la boca para albergar estas muelas de manera correcta. Como consecuencia, la erupción de estos molares suele acarrear un empuje descontrolado de las otras piezas dentales, y así mismo, ocasionar una superposición dental de los incisivos. Esto hace que se heche a perder cualquier tratamiento de ortodoncia que hayamos realizado con anterioridad.


Las muelas del juicio se pueden eliminar de forma preventiva en adultos y, bajo prescripción del ortodoncista, en adolescentes, además de todas aquellas que estén causando complicaciones como dolores, mal aliento, etc.
Ante estos datos concluimos que para diagnosticar cualquier tratamiento de ortodoncia tenemos que tener muy vigilados esos terceros molares.

Muchas veces la eficacia del tratamiento puede verse truncada por el empuje que una de estas muelas hará sobre las otras piezas de la boca.

Por ello, y de manera preventiva, vamos a aconsejar a nuestro paciente la extracción de las muelas del juicio para evitar futuros problemas.
Recuerda que es más exitoso realizar una cirugía planeada para prevenir posibles daños que programar una cirugía por complicaciones.

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Salud

Signos y síntomas del cáncer de orofaringe y de cavidad oral

Algunos posibles signos y síntomas del cáncer de orofaringe y de cavidad oral son:

Una úlcera en la boca que no se cura (es el síntoma más común)

Dolor en la boca que persiste (también es muy común)

Un bulto o engrosamiento en la mejilla

Un área blanca o roja sobre las encías, lengua, amígdalas o el revestimiento de la boca

Un dolor de garganta o la sensación de que hay algo atascado en la garganta que no desaparece

Dificultad para masticar o tragar

Dificultad para mover la mandíbula o la lengua

Entumecimiento de la lengua u otra área de la boca

Hinchazón de la mandíbula que hace que las dentaduras postizas no se adapten como es debido o se sientan incómodas

Aflojamiento de los dientes o dolor alrededor de los dientes o en la mandíbula

Cambios en la voz

Un bulto o masa en el cuello

Pérdida de peso

Mal aliento constante

Muchos de estos signos y síntomas pueden también ser causados por otras dolencias diferentes al cáncer, o incluso por otros tipos de cáncer. Aun así, resulta muy importante consultar con un médico o dentista si alguna de estas condiciones dura más de 2 semanas para que se pueda encontrar y tratar la causa, de ser necesario.

Factores de riesgo para los tipos de cáncer de orofaringe y de cavidad oral

Un factor de riesgo es todo aquello que está vinculado a su probabilidad de padecer una enfermedad, como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, la exposición de la piel a la luz solar intensa es un factor de riesgo para el cáncer de piel. Asimismo, el hábito de fumar es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer.

Existen distintos tipos de factores de riesgo. Algunos no pueden cambiarse, como su edad o raza. Otros pueden estar relacionados con elecciones personales como fumar, beber o la alimentación. Algunos factores afectan el riesgo más que otros. Sin embargo, los factores de riesgo no lo indican todo. El tener un factor de riesgo, o incluso muchos, no significa que una persona padecerá la enfermedad. El hecho de no presentar ningún factor de riesgo, tampoco significa que no padecerá la enfermedad.

Algunas personas con cáncer orofaríngeo u oral presentan algunos o ningún factor de riesgo conocido; en cambio, otros que presentan factores de riesgo nunca llegan a manifestar la enfermedad. Aun si una persona tiene factores de riesgo, es imposible saber con seguridad hasta qué punto éstos contribuyeron a producir el cáncer.

Tabaco y bebidas alcohólicas

El alcohol y el tabaco son dos de los factores de riesgo más fuertes para los cánceres de orofaringe y de cavidad oral.

Tabaquismo

La mayoría de las personas con cáncer oral y orofaríngeo consume tabaco, y su riesgo de padecer estos tipos de cáncer está relacionado con la cantidad de tabaco y por cuánto tiempo lo han fumado o masticado.

Los fumadores tienen muchas más probabilidades de padecer estos tipos de cáncer que los no fumadores. El humo de los cigarrillos, los cigarros o las pipas puede causar cáncer en cualquier lugar en la boca o la garganta. También puede causar cánceres de laringe (órgano fonador), pulmón, esófago (conducto de deglución), riñón, vejiga y muchos otros órganos.

Resulta importante que los fumadores que han recibido tratamiento para el cáncer de cavidad oral o de orofaringe dejen de fumar, incluso si parece que se curó el cáncer. Continuar el hábito de fumar aumenta significativamente su riesgo de padecer otro cáncer de boca, garganta, laringe, o pulmón.

Los productos del tabaco para uso oral (tabaco para aspirar, masticar y escupir, o tabaco disoluble) están asociados con cáncer de mejilla, de encía y de la superficie interna de los labios. El consumo de productos del tabaco para uso oral por tiempo prolongado está relacionado con un riesgo muy alto. Estos productos también causan gingivitis, destrucción de las cavidades óseas alrededor de los dientes y pérdida de los dientes. Resulta importante que las personas que han recibido tratamiento para el cáncer de cavidad oral o de orofaringe dejen de usar todos los productos de tabaco de consumo oral.

Consumo de bebidas alcohólicas

El consumo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de padecer cáncer orofaríngeo y de la cavidad oral. Cerca de 7 de cada 10 pacientes con cáncer oral consumen mucho alcohol.

Consumo de bebidas alcohólicas y tabaco a la vez

El riesgo de estos tipos de cáncer es incluso mayor en personas que consumen bebidas alcohólicas y tabaco con el mayor riesgo en personas que fuman y beben en exceso. De acuerdo con algunos estudios, el riesgo de estos tipos de cáncer en personas que consumen bebidas alcohólicas y tabaco en exceso puede ser 100 veces mayor que el riesgo en personas que no fuman ni toman bebidas alcohólicas.

Edad

Los cánceres de cavidad oral y de orofaringe por lo general tardan muchos años en formarse de manera que no son comunes en las personas jóvenes. La mayoría de los pacientes afectados por estos cánceres tienen más de 55 años de edad cuando se les detecta la enfermedad por primera vez. No obstante, esto pudiera cambiar debido a que los cánceres relacionados con el VPH se están volviendo más comunes.

Nutrición deficiente

Se ha determinado en varios estudios que una dieta baja en frutas y hortalizas está relacionada con un mayor riesgo de cáncer oral y de orofaringe.

Sistema inmunitario debilitado

Los cánceres de cavidad oral y orofaringe son más comunes en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado. Ciertas enfermedades que se presentan al nacer, así como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida, o AIDS por sus siglas en inglés) y ciertos medicamentos (como los que se administran después de los trasplantes de un órgano) pueden causar un sistema inmunitario debilitado.

Es importante si crees coincidir con alguno de estos factores de riesgo, acudir con tu médico o dentista para una evaluación pertinente del caso. Así como eliminar tabaco y alcohol en exceso de tu rutina diaria.

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